lunes, octubre 29, 2007

De niña yo no comía, chupaba dedo si, pero no comía, por eso Carlos Enrique me preparaba "Arte comestible", en hermosos puré de papas de colores, y maravillosas arepas escultóricas. Era Gay o bisexual no lo se bien, pero era mi tía y mi otra mama. El soñaba con verme en el miss Venezuela, forrada en un despampanante vestido de lentejuelas, con una corona brillante incrustada en la cabeza y toda la frivolidad del maquillaje exagerado. Lo intuía, cuando se mudo a vivir a Chicago que yo no servia para ese mundo, que jamás conseguiría un marido millonario y verme rodeada de fotógrafos y admiradores. Las explicaciones no nos eran necesarias, por eso me lo perdono y yo a el. Y nos volvimos mas cómplices, porque desde entonces lo muy Gay me gusta. El era la más puta de todas, la más amable y amorosa, más que cualquier vagina con cuerpo de mujer. Entonces lo ame más. Pero no le perdone nunca haberme abandonado, haberse muerto de SIDA como una marica más. Le digo a mis hijos prendiéndole una vela color naranja muy hallowen para cantarle cumpleaños y recordarle. Estoy segura que estaría disfrazada de la noche, toda ella llena de escarcha y estrellitas, buscando con la mirada algún joven guapo y musculoso que lo hiciera sentir mujer. Lose, honrarlo ahora en mi memoria, rompiendo tal vez la ética de la privacidad, liberándole de la culpa y revelando entre las sombras borrosas de la ficción al homosexual torturado por esta sociedad decadente y puritana y a quien yo ame en esa entrega ultima y que ahora entiendo como ausencia. No es tan noble de mi parte. Pero me reconforta. Me reconforta lo abierto, lo explicito...Lo que el fue y seguíra siendo en mi memoria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.elpinaton.com/Fotos/Pastel%20de%20Halloween.JPG
para ti de halloween

Anónimo dijo...

va otra torta pero muy terrible
http://linkey.files.wordpress.com/2006/10/pastel-para-halloween.jpg