lunes, octubre 29, 2007

Pablo el hombre lobo junto a Morticia
Es cierto, aquella tarde yo no estaba muy inspirada con la realidad, entonces lo que hice con ella fue trasladarla a otra dimensión. Por eso llegue sola al homenaje que le hacían a la poetisa Ida Granko. Menos mal que alguien siempre me conoce, usualmente yo nunca conozco a nadie. Me reí mucho, porque Guillermo siempre me hace reír y a mi eso me conmueve, con esa voz dulce de padre comprensivo y amoroso que siempre encuentro a su lado.
Pedro, Guillermo, Caro y Luis Alberto


"Dentro de mí palpita una violenta

voluntad de creación, un cavernario,

casi bárbaro hacer, una herramienta

que forja lirios, un afán agrario,

una embestida matinal que aventa

brillos más hondos que el abecedario."

(Sonetos del origen, 6)

Ida Granko

Luís Alberto , Guillermo y Andrés, me invitaron a continuar la noche en una tertulia en casa de Faver y su esposa Maria para compartir con el maestro José Antonio Escalona Escalona. quien a sus 91 años y con una mirada picara, me cuenta la historia de la 7ma Carolina y este poema.

"¡Este río ha muerto de abandono!"

Lo dejaron morir

los mismos hombres que se fueron

tras las voces

—ilusorias—

de aquellas sirenas negras

salidas del fondo

de nuestro soterrado

mar de petrodólares.

Este río ha muerto

y con su muerte

mi campesino corazón se siente

–¡por segunda vez!--

huérfano de padre.

Ahora sólo habita

en sus márgenes borrosas

la soledad.

Y el viento.

Jose Antonio Escalona Escalona

Faver Paez, Maria, Caro y el maestro Escalona

Maria me ofreció Te de hierbas, me gusto sobre todo que no había lugar para sentarse pues todo el departamento estaba atiborrado de libros. me acomode por allí, en un rinconcito tan solo para escuchar. El maestro José Joaquín Burgos, nos leyó unos bellísimos poemas inéditos de Maria y ella sonrojada no salía de la cocina.

Tócame el cuerpo

en la mañana

y sabrás

cuánto pesa

una noche

la muerte

debe pesar

como un millón

de noches juntas

(Faver Páez: "Para no morir del todo", 2000)

A mi me gusta darle a los textos un ritmo mío, hecho de las pausas, la pronunciación justa, los silencios en los que miro a la nada. Sí, es un acto bello, todo una ceremonia. Suelo leerme en voz alta a mi misma, o para dormir a mis hijos.Pero esta noche me gusto escuchar la oración femenina en una voz masculina que nos abrazaba entre interrupciones y chistes. leer en voz alta para otros crea una forma de contacto cálida y afectuoso. Palabras en el aire, como manos que se alargan para tocarnos: palabras que tocan, que mueven, que sienten. Palabras que se extienden como una red, que cautivan. Sí, creo que volveré a las antiguas ceremonias que había olvidado, volveré a lo que creí que no me gustaba, y tengo que volver porque el Poeta Burgos me ha pedido que le lleve mis textos para publicarlos en la revista de la Universidad. Espero no me haga leerlos en voz alta. que no me saque de la cocina junto a Maria sirviendo el te de hierbas. que solo los tome y se los lleve. No se..para sanar a alguien, para que sea venda, ungüento, pastilla...."Un poema salva al mundo cada minuto. Sólo la poesía nos da conciencia de que existimos, y por eso queremos poesía en todos lados, poesía para tener, poesía para usar, poesía para comprender, para explicar, para ser…Poesía para llevar".
Luís Alberto me llevo hasta mi casa, preguntándome cosas, no nos veíamos hace muchos años. hemos cambiado. Todo a cambiado pero aun recuerdo antes de bajarme del carro su poema:

ríos

mi infancia saltaba de piedra en piedra

las ágiles corrientes del pueblo

así ha ido mi vida desde entonces

resbalando cayendo saltando de nuevo

ahora que atónito contemplo

los cauces secos de tantos ríos

saltar o caer ya no tiene importancia

Luis Alberto Angulo

Y me repito mientras subo en el ascensor mirando las llaves..realmente saltar o caer ya no tiene importancia.

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