lunes, junio 21, 2010

En la vida irradia el universo entero.

Ilustración de Albin Christen http://www.albin.ch/
La tradición Africana nos dice que cada existencia es el centro del mundo, Cada ser humano es, lo sepa o no, el héroe de una epopeya cósmica. Los Africanos tienen un juego, que se llama inducir al "Autoelogio" donde cada persona cuenta de forma  metafórica lo que piensa de si mismo de manera positiva, Así pueden ver el precio inestimable de su propia vida y ser capaz de cederla a su hermano y detectar en el enemigo, la misma dignidad y valor.  
leyendo los Autoelogios que se han recopilado, sobre todo los de los niños del África, que son una belleza, me ha provocado hacer uno mio. me he puesto muy contenta con lo que salio, he visto el mundo de otro modo. Tampoco de una forma como para intentar convencer a nadie, pero a mí me sirve.

Yo soy la niña que lleva una mujer en su mirada perdida.
El recuerdo de una ausencia, 
Un conejo que salta libre por el bosque,
la alegría efervescente de una boca sedienta,
el viento travieso que alborota los pensamientos,
la levadura del pan nuestro de cada día, 
El labial carmesí sobre los labios de mi madre, 
la flor que timidamente se abre cada mañana,
yo soy un camino errante,
un perfume perturbador,
la madre inclinada sobre el hijo,
la voz que canta, reza, ora agradecida,
la gota de lluvia que refleja un arco-iris,
el péndulo que no se detiene jamas,
la madre tierra abierta a la semilla,
el pasto que alimente los cuatro estómagos de una vaca,
el tesoro dentro del corazón de mi marido,
yo soy el sacrificio que expía los pecados del mundo,
la lampara del genio.
mejor aun..
la barita mágica que cumple todos los deseos.

1 comentario:

Ophir Alviárez dijo...

Hermosa esa reafirmación del ser y la celebro mientras te abrazo y soy también ese perfume turbador, el viento, los pensamientos, la semilla y hasta los pecados, por qué no?

...

Ophir