sábado, diciembre 20, 2008

Comerme la vida
Artecomestible, obra de Vik Muniz hecha en mermelada

Al fin he llegado, con la mirada renovada, con la sonrisa nueva, con la emosion reciente. cada dia que despierto me parece que ha pasado un siglo lleno de mañanas productivas.
Cada uno de estos dias sin mi pais, sin mis hijos, mi gente, mi calle, mi gato, suscitó en mí emociones fuerte y variadas. Pocas cosas igualan para mí el placer que conllevan los rencuentros con las personas que tanto amo y las que se le acercan casi que me proporcionan placer porque se acercan a la litratura o al cine... pero para mi definitivamente, nada sustituye el placer de encontrarse, de tocarse, abrazarse y besarse. No creo tampo en la necesidad de crear a partir de un sufrimiento desgarrador y excesivo, mi tampoco como dice mi hijito juan de Dios y lo vivio Pessoa, la necesidad de salir muy lejos para retroalimentarse. Vivir es un arte, el arte de comerse la vida y no ella a ti. Creo en que las palabras, las miradas, el dia que se abre y nos maravilla están allí para cuestionarnos, movilizarnos, humanizarnos. Si algo deseo para mí es que la curiosidad nunca se me agote, ni el apetito, ni las ganas, que siempre queden puertas por abrir, vidas por conocer y degustar... caminos que presiento, y que de repente se vuelven reales. Solo por eso, el paraíso que intuyo, al igual que Borges como una gran biblioteca, veo personas que se acarician con la vista, que pasan las paginas de la piel humedeciendo el borde de sus dedos, que leen con el rose de sus labios y que por sobre todo se emosionan hasta explotar con el contacto de almas.

1 comentario:

Ophir Alviárez dijo...

Bienvenida a casa, Caro...Espero que esa maleta de ilusiones se multiplique y los abrazos se prolonguen siempre siempre...

Te leo, sonrío.

Un beso y feliz hoy y mañana también,

Ophir