miércoles, junio 11, 2008




Ayer llovió mientras viajábamos en el autobús, y llovió dentro de mi baño para bajar la fiebre alta de Juan, una cortina de agua nos separaba los parpados de pablo llorando y mi corazón roto. Entre las calles vimos un riachuelo. Dentro de algunos años, cuando mi Juancho tenga 13 o 14 años, me preguntare si ya se habrá enamorado alguna vez. Me comprime el estomago los inicios.

No hay comentarios.: