sábado, marzo 08, 2008

No se habla mucho sobre la felicidad, pero la conozco muy de cerca. También a su hermana la tristeza, aunque la tristeza es realenga y solo viene a visitarme a veces, como una vez al año y se vuelve a ir rapidito por allí, nunca se donde. La felicidad es mejor que no me la cuenten. A mi me gusta que ella venga de sorpresa y se quede, incluso que se quede a dormir en mi cama, conmigo (no tengo habitación de huéspedes). La felicidad no necesito atenderla, ella es muy informal. He tenido días de mucha ocupación, días que no he tenido tiempo de sentarme hablar con ella. Aun así, me ha dejado una nota con lápiz labial en el espejo del baño,"Sigo aquí"...Mañana Domingo, no me pienso levantar temprano, me quedare retozando con ella. Hace un tiempo creí que había agotado mi cupo de primeras veces. Pero hoy he decidido que quiero todos mis días así, una sucesión de primeras veces y pequeños deseos. Deseo...hummm, deseo, el asombro y la sorpresa, de mirarte como si fuera todo nuevo y por primera vez.

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