Vengo a entregar el pedido

Alguien me ha llamado anoche, para hacer un encargo de una torta por teléfono, es un cliente que no conozco, habla muy rápido y con acento de otra ciudad, me pide una torta muy especial, de chocolate con cubierta fosh y si es posible, pócima de amor incluida. Yo le digo que claro, si es posible. Yo casi no le escucho y me parece que me llama más bien de otro sistema solar, pero es su corazón que late tan fuerte como manada de tambores. Así que me repite en voz alta "Hazme la torta como si fuera para alguien que tu amas" Y me ha venido al paladar una "Sacher" con mermelada que mitigue nuestro amor imposible en la distancia. Me explica que la entrega ha de ser anónima y me encanta la idea de servir de flecha discreta y certera de corazón a corazón entrando por su boca. Me parece una lucidez adelantada como si yo imprimiera el billete ganador del premio gordo de la lotería y supiera solo yo, que ambos ganaran una fortuna. Entusiasmada me he puesto a coser una orilla con la otra, sus ombligos al "Hallal".Sonrío, me divierto a lo grande, nunca me había sentido tan cursi, involucrada en peripecias sofisticadas. Hoy he dicho sin contener la risa cómplice "Vengo a entregar el pedido" y he continuado riéndome tiempo después porque claro, me ha recordado la propaganda de " Alguien busca lo que tu quieres, Alguien tiene lo que tu buscas".Con este inicio feliz, quizás a largo plazo feliz. Aun quizás ellos dos mas felices que tu y yo. Se me ha ocurrido poner un anuncio vendiendo mis besos que será como un bonus track, con Replay para toda la semana o cada vez que se te acaben. Porque además aprendo que el truco esta, en contener las ganas de correr, cada vez que me asusto, para que mis posibilidades de llegar a alguna parte, algún día, permanezcan intactas.