martes, diciembre 30, 2008

Enrique Enriquez, Poetry of the Mind

En tu cabeza veo un nido de águila en forma de sombrero infinito. Está allí aguardando a esa iluminación que viene y va. Tu cuerpo, activo en el mundo, se proyecta acariciando la vida con la energía poderosa de una lengua roja; mientras tu espíritu absorbe los jugos del mundo con una lengua verde, siempre creciendo, siempre fecunda. Cuando te pierdes en la maraña de tus ensoñaciones el águila se va volando y deja el nido vacío. Cuando vuelve a posarse en el nido, tu cabeza y tus manos hacen "click" y el chispazo genera prodigios. Busca el balance.

Un momento muy importante en tu vida es y será siempre ese en el que alcanzas la comprensión de que la sensualidad y la belleza no son ilusiones impuestas sobre ti por la mente de quien te mira, sino proyecciones de un estado interior que ilusionan a quien te ve como tú te ves.

Trata de dominar los impulsos del desespero y la desazón. Son duendes minúsculos sin peso ni valor como para descarrilarte. Si alguna vez te ves tentada a usar píldoras para espantarlos, no te las tragues, simplemente usa las píldoras como proyectiles, lanzándolas a las sombras en los rincones de tu casa. Te veo en funciones didácticas, enseñando a otros a lidiar con los fantasmas que tú has logrado vencer.

Para comerse a los miedos de una vez y para siempre, usa al águila.

Noviembre 11, 2006

2 comentarios:

Ophir Alviárez dijo...

Eso de las funciones didácticas no está muy alejado, si no mírame a mí siempre a la espera de tus consejos...

Feliz 2009, Caro amiga,

Ophir

Anónimo dijo...

Muy bueno, Carolina;sinceramente.
Felicidades para ti y los tuyos.
In