miércoles, septiembre 24, 2008



ROAD MOVIE BIOGRAFICA

Mi Juancho me ha preguntado- mami, háblame de ti, de ti antes de mi!!!...Y últimamente vivo tanto mi presente que hace tiempo no recuerdo el antes, mucho menos antes de alguien. Así que me sentí como esos letreros que pone Google al inicio de una pagina, un letrero con una Advertencia de contenido dudoso, donde pregunta al lector si lo comprende y desea continuar o no. Estoy segura que Juan y yo queremos continuar. Al fin y al cabo todo contenido dudoso tiene algo de magia dentro para descubrir...conejos, sueños, ilusiones...algo asi.

Yo nací en el hospital central de Valencia, a los 7 meses por lo que me tuvieron en una cajita con una lampara terminando de encubarme, como los pollitos.Aun recuerdo esto de piar.pio,pio,pio.Cuando tengo hambre y cundo tengo frío. Recuerdo mi perra “Morita” la vi parir 8 cachorritos todos negritos con los ojos cerrados y creí que serian ciegos por el resto de sus vidas. Mi papa solía comprarnos media cuenta de pan dulce y algunas polvorosas en la pastelería Carabobo, Nunca supe cuanto era media cuenta,pero me sonaba a muchisimo. Casi que a dolor de barriga. Me gustaba que el "Topo Gigio" nos mandara a la camita, y los pasos de mi padre rumbo a darme el beso sobre la frente después del noticiero Creole. El sapo "Pepe" que vivió hasta viejito en el patio de la casa en la Michelena.Mi padre montado en los Zancos, mi padre haciéndonos baritas de bambú para soplar bombas de jabón, los potecitos de leche magnesia llenos de agua soleada para bebernos la energia del cosmo, El dulce de Icaco, la avena con canela por las mañanas, dormida en el carro de mi madre, siempre con mi almohadita “Percusia” en ese espacio que esta entre el vidrio trasero y el asiento.no se como cabía allí? Paseando en una carreta en un desfile de carnaval, disfrazada de brujita con una capa llena de estrellas hechas de escarcha. Mi primer libro” El flautista de hamelin” con imágenes , me lo regalo la maestra gorda del primer grado, me encantaban sus pechos, sobre ellos solloce mucho porque yo escribía como los árabes o hebreos de derecha a izquierda y todos se burlaban. Finalmente aprendí atarme las trenzas de los zapatos, luego yo era quien le ataba los zapatos a todos los niños en el recreo y me regalaban un pedazo de su helado "Morocho" con sabor a uva. Me encantaba mi lengua morada...Bien hijito, otro día continuo..otro día en que ya viviendo nosotros en otro Continente..todo esto nos parezca un viaje a una ciudad lejana, cruzando el ecuador y el meridiano de Greenwich, el mar Caribe, el océano mediterraneo y mas allá...yo era otra sin ti, pero te aseguro, ahora soy mas y mejor contigo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como yo, mirando el lindo pasado, para hacer del futuro casi una continuidad, seguro lo merecemos.
Günter

Leonardo Melero dijo...

Caro, esa es una redacción hermosísima.
Un beso.
Por siempre.
Leo.

Anónimo dijo...

Una lastima nena que voz y yo no fuimos compañeros en tu patio de juego, cuanto necesite de una niña buena que me enseñara atarme las trenzas de los zapatos,aun no lo se hacer.
Mauricio