viernes, marzo 23, 2007

Para Pablo (mi hijo Unicornio de 19 años )
Se le representa como un esbelto caballo de pelaje blanco como la nieve; ojos de un azul profundo; patas de antílope, barba de chivo, cola leonina y, lo fundamental, un cuerno en espiral en la frente.
Algunos cuentan que desprendía olor a canela allá por donde iba. Otros, que su sangre era como la plata. En lo que todos coinciden es en su inteligencia prodigiosa y en su carácter amable con las doncellas.
Sin ir más lejos, eran su punto débil: solo una joven virgen de corazón puro podía acercarse a un unicornio. A veces, incluso montarlos.Cuentan que gustaba de vivir en solitario, sin ataduras de manada. Su peor enemigo, el león. Era inmune a hechizos y venenos. Longevo, más de mil años de vida, por lo que, a menudo, se ha creído en su inmortalidad. Tenía la virtud de teletransportarse una vez al día, lo que le facilitaba la huida ante el peligro. El unicornio necesitaba ser libre, pues si su voluntad era contrariada, languidecía y moría al poco tiempo. Igual a ti.

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